LA TRAMA DE LA VIDA

Clarismar
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
1RA COHORTE - VALLE DE LA PASCUA







LA TRAMA DE LA VIDA
ANALISIS











Facilitadora:                                                                Participantes:

Dra. Feryeni Padrino                                            Barrios Tibisay de Jesús
                                                                            Del Valle Numiralda
                                                                            Hernández Clarismar
                                                                            Hernández Norka
                                                                            Morabito Concheta
                                                                                      Pérez Yalis Coromoto






Valle de la Pascua, febrero 2012
Análisis del libro La Trama de la Vida
Fritjof  Capra

    
     El autor en este libro persigue que la humanidad tenga una nueva comprensión científica de la vida en todos los niveles de los sistemas vivientes, como los organismos, sistemas sociales y ecosistemas. Basándose en una nueva percepción de la realidad, donde implica no solo a la ciencia y la filosofía sino también sostiene una implicación para los negocios, la política, la sanidad, la educación y la vida cotidiana. Divide esta lectura en cuatro partes donde describe el contexto social y cultural desde una nueva percepción: 
Primera parte
                                                        El contexto cultural
                                                
1.- Ecología profunda: Un Nuevo Paradigma

     Desde la perspectiva del contexto cultural Capra (1996), explica varios puntos significativos que deben ser comprendidos por el hombre para que la vida sea contemplada como la vanguardia del cambio de paradigmas, desde una concepción del mundo mecanicista hacia una ecológica:

Crisis de Percepción;

     El hombre debe estar consciente del deterioro ambiental que existe en todo el globo terráqueo, producto de la mano del hombre y de los avances tecnológicos, se puede observar especies de animales y plantas en extinción. Este autor explica que hay soluciones para estos problemas pero cuando el hombre entienda que  se debe hacer un cambio radical en la forma de vivir, de pensar y de percibir los valores.

El Cambio de paradigma; 

     Reconoce el cambio de paradigma en la física como parte integrante de una transformación cultural mucho más amplia. Constantemente se busca  cambiar de paradigmas, no solo en la ciencia sino también en el más amplio contexto social. Capra para analizar esta transformación cultural, generalizó el paradigma científico  de Kuhn a la del paradigma social, la cual define como una constelación de conceptos, valores, percepciones y prácticas compartidas por una comunidad. Considera que el paradigma se encuentra en recesión dominando así la cultura de los pueblos. Considera este paradigma como una serie de ideas y valores enquistados y donde persisten los problemas sin solución desde hace mucho tiempo hasta la presente fecha.
Ecología Profunda;

    La percepción desde la ecología profunda reconoce la interdependencia fundamental entre todos los fenómenos y el hecho de que, como individuos y sociedades todos están inmersos en los procesos cíclicos de la naturaleza. El filosofo Arne Naess fundó hacia los años sesenta  esta escuela filosófica al distinguir la ecología superficial de la ecología profunda la cual hoy día es aceptada como referencia en el discernimiento del pensamiento ecológico contemporáneo. La ecología profunda plantea profundas cuestiones sobre los propios fundamentos de la moderna, científica, industrial, desarrollista y materialista visión del mundo y manera de vivir.

Economía Social y Ecofeminismo;

     La economía social y el Ecofeminismo son escuelas filosóficas de ecología que al igual que la ecología profunda abordan aspectos importantes del paradigma ecológico, donde no compiten entre ellos, donde se deben integrar sus planteamientos en una visión ecológica coherente.
    
Nuevos Valores;

     Con respecto a los nuevos valores este autor, considera que con la descripción del paradigma ecológico emergente, se ha enfatizado hasta ahora los cambios de percepciones y modos de pensamiento. Por otro lado, si eso se necesitara, la transición hacia el nuevo paradigma resultaría relativamente fácil. Hay pensadores suficientemente elocuentes y convincentes en el movimiento de la ecología profunda como para convencer a los líderes políticos y económicos de los méritos del nuevo pensamiento.
              
Ética;

     Así mismo, en sus reflexiones considera que mientras el viejo paradigma se
basa en valores antropocéntricos (centrados en el hombre), la ecología profunda tiene sus bases en valores eco céntrico (centrado en la tierra). Dicha ética, profundamente ecológica, se necesita urgentemente hoy en día y muy especialmente en la ciencia, puesto que mucho de lo que los científicos están haciendo no es constructivo y respetuoso con la vida, sino todo lo contrario.

El Cambio de la Física a las Ciencias de la Vida;

     Éste es un punto importante para la ciencia ya que en el viejo paradigma, la física ha sido el modelo y la fuente de metáforas para las demás ciencias. La ecología profunda ha sobrepasado la metáfora cartesiana. Si bien el cambio de paradigma en la física sigue siendo de interés por haber sido el primero en producirse dentro de la ciencia moderna, la física ha perdido su rol como principal ciencia proveedora de la descripción fundamental de la realidad. Hoy, el cambio de paradigma en la ciencia, en su nivel más profundo, implica un cambio desde la física a las ciencias de la vida.

2da Parte
La Emergencia del Pensamiento Sistémico

2.- De las Partes del Todo

     Para Capra, las principales características del pensamiento sistémico emergieron simultáneamente en diversas disciplinas durante la primera mitad del siglo, especialmente en los años veinte. El pensamiento sistémico fue encabezado por biólogos, quienes pusieron de relieve la visión de los organismos vivos como totalidades integradas. Posteriormente, se vio enriquecido por la psicología Gestalt y la nueva ciencia de la ecología, teniendo quizás su efecto más dramático en la física cuántica.

     Ya que, la idea central del nuevo paradigma se refiere a la naturaleza de la vida
no se puede dejar fuera  la biología ya que comienza con la sustancia y forma La tensión entre mecanicismo y holismo ha sido lema recurrente a lo largo de la historia de la biología y es una consecuencia inevitable de la vieja dicotomía entre substancia (materia, estructura, cantidad) y forma (patrón, orden cualidad).

     El primer biólogo de la tradición occidental, fue Aristóteles, distinguía también entre materia y forma pero al mismo tiempo las vinculaba mediante el proceso de desarrollo. En contraste con Platón, Aristóteles creía que la forma no tenía una existencia separada sino que era inmanente en la materia y que ésta tampoco podía existir aisladamente de la forma. La materia, según Aristóteles, contenía la naturaleza esencial de todas las cosas, pero sólo como potencialidad. Por medio de la forma, esta esencia se convertía en real o actual. Se trata de un proceso de desarrollo, un empuje hacia la plena autorrealización. Materia y forma son caras de dicho proceso, separables sólo mediante la abstracción.

     La noción de un universo orgánico, viviente y espiritual fue reemplazada por la del mundo como máquina, y ésta se convirtió en la metáfora dominante de la era moderna. Este cambio radical fue propiciado por los nuevos descubrimientos en física, astronomía y matemáticas conocidos como la Revolución científica y asociados con los nombres de Copérnico, Galileo, Descartes, Bacon y Newton. Galileo Galilei excluyó la cualidad de la ciencia, restringiendo ésta al estudio de fenómenos que pudiesen ser medidos y cuantificados, dando paso a lo que se llamó el mecanicismo cartesiano.

     Los artistas románticos se ocupaban básicamente de la comprensión cualitativa de los patrones o pautas y, por lo tanto, ponían gran énfasis en la explicación de las propiedades básicas de la vida en términos de formas visuales. Goethe en particular sentía que la percepción visual era la vía de acceso a la comprensión de la forma orgánica. La comprensión de la forma orgánica jugó también un papel primordial en la filosofía de Emmanuel Kant, considerado frecuentemente el más grande de los filósofos modernos. Idealista, Kant separaba el mundo de los fenómenos de un mundo de «las cosas en sí mismas».

     La aparición del pensamiento sistémico constituyó una profunda revolución en la historia del pensamiento científico occidental. La creencia de que en cada sistema complejo el comportamiento del todo puede entenderse completamente desde las propiedades de sus partes, es básico en el paradigma cartesiano. Este era el celebrado método analítico de Descartes, que ha constituido una característica esencial del pensamiento de la ciencia moderna. En el planteamiento analítico o reduccionista, las parles mismas no pueden ser analizadas más allá, a no ser que las reduzcamos a partes aún más pequeñas. De hecho, la ciencia occidental ha ido avanzando así, encontrándose a cada paso con un nivel de componentes que no podían ser más analizados.

3.- La teoría de sistemas

     En los años treinta, la mayoría de los criterios clave del pensamiento sistémico habían sido ya formulados por los biólogos organieistas, los psicólogos de la Gestalt y los ecólogos. En todos estos campos, el estudio de los sistemas vivos, organismos, partes de organismos y comunidades de organismos había conducido a los científicos a la misma nueva manera de pensar en términos de conectividad, relaciones y contexto. Este nuevo pensamiento se veía además reforzado por los descubrimientos revolucionarios de la física cuántica en el reino de los átomos y las partículas subatómicas.

Los  criterios del pensamiento sistémico

     Vale quizás la pena en este punto resumir las características esenciales del pensamiento sistémico. El primer y más general criterio es el cambio de las partes al todo. Los sistemas vivos son totalidades integradas cuyas propiedades no pueden ser reducidas a las de sus partes más pequeñas. Sus propiedades esenciales o «sistémicas» son propiedades del conjunto, que ninguna de las partes tiene por sí sola. Emergen de las «relaciones organizadoras » entre las partes, es decir, de la configuración de relaciones ordenadas que caracteriza aquella clase específica de organismos o sistemas. Las propiedades sistémicas quedan destruidas cuando el sistema se disecciona en elementos aislados. Otro criterio básico del pensamiento sistémico.

4-La lógica de la Mente

     Finalmente Capra en esta 2da parte, sale de la Biología y de las teorías de los Sistemas para indagar en la cibernética del cerebro y la retroalimentación. Donde los principales exponentes son Neil Postman, Jerry Mander, Theodore Roszak y finalmente a Bowers donde todos estos estaban llenos de metáforas militares con palabras como, objetivos, comando, escape, blindado entre otros. Considerando que tras dominar la investigación cerebral y la ciencia cognitiva durante treinta años y haber creado un paradigma de tecnología ampliamente extendido aún en estos días, el dogma del proceso de información se ve por fin seriamente cuestionado.

      Los cerebros parecen operar sobre la base de la conectividad masiva, almacenando la información distributivamente y manifestando una capacidad auto organizadora imposible de hallar en los ordenadores. No obstante, estas ideas alternativas se vieron eclipsadas por la visión informativista dominante hasta que resurgieron durante los años setenta, en que los pensadores sistémicos quedaron fascinados por un nuevo fenómeno con un nombre evocador: la auto organización.

3ra Parte
Las piezas del Puzle

Modelos de Auto organización
Pensamiento Sistémico Aplicado: 

En la era de los 50 y 60 la influencia del pensamiento sistemático tuvo gran auge donde era aplicado para la resolución de problemas prácticos, dando lugar a nuevas disciplinas de la ingeniería, análisis sistémico y administración sistémica de empresas. Una vez vivido este desarrollo se preocuparon por los efectos provenientes de las mutuas interacciones entre estos, y es allí donde comenzó la formulación de conceptos sistemáticos lo cual conlleva a la aparición de la biología molecular siendo los  50  la década de la elucidación de la estructura física del ADN, un triunfo espectacular de la genética que ha sido enlazado como el mayor descubrimiento en biología desde la teoría de la evolución de Darwin.los logros de la genética acarrearon un cambio significativo en la investigación biológica, una nueva perspectiva que aun hoy, domina nuestras instituciones académicas. Este triunfo de la biología derivo en la creencia generalizada de que todas las funciones biológicas pueden ser explicadas en términos de estructuras moleculares y mecanismos de este modo la mayoría de los biólogos se han convertido en fervientes reduccionistas, ocupados en detalles moleculares.  

A mediados de los 60 los pensadores sistémicos mostraron fascinación por definiciones, conceptuaciones y declaraciones programáticas de naturaleza benevolente y vagamente moralizadora, toman analogías entre los fenómenos de un campo y otro cuya descripción parece proporcionarle un deleite estético en el que estriba su propia justificación, no existe evidencia de que la teoría de sistemas haya sido usada con éxito en la solución de ningún problema sustantivo en campo alguno.    Desde el punto de vista sistémico, la comprensión de la vida comienza con la comprensión del patrón, ya hemos visto que, a través de la historia de la ciencia y de filosofía occidental, ha existido una tensión entre el estudio de la substancia y el estudio de la forma. El estudio de la substancia empieza con la pregunta ¿de que esta hecho?; por el contrario, el estudio de la forma ingiere: ¿Cuál es su patrón? Ambos son acercamientos muy distintos que han venido compitiendo a lo largo de nuestra tradición científica y filosófica. 

Con respecto a los patrones de la vida  su principal propiedad es que se trata de un patrón en forma de red, dondequiera que encontramos sistemas vivos, organismos parte de organismos o comunidades  de organismos, podemos observar que sus componentes están dispuestos en forma de red, si vemos vida, vemos redes. El patrón para la vida, podríamos decir, es un patrón capaz de autoorganizarse, esta es una sencilla definición, pero se basa en los recientes descubrimientos  de la misma vanguardia de la ciencia. Con  respecto a la  aparición del concepto de autorización se origino en los primeros años de la cibernética, cuando los científicos comenzaron a construir  modelos matemáticos para representar la lógica inherente en las redes neuronales. En 1943, el neorocientifico Warren Mcculloch y el matemático Walter Pitts publicaban un trabajo pionero titulado “un cálculo lógico de las ideas inmanentes en la actividad nerviosa”, en el que demostraban que la lógica de todo proceso, de cualquier comportamiento, puede ser transformada en reglas para la constitución de una red.   
La primera y quizás más influyente descripción detallada de los sistemas autoorganizadores fue la teoría de las “estructuras disipativas” de Llya Prigogine, químico y físico ruso de nacimiento, premio nobel y profesor de química, física en la universidad. Libre de Bruselas. Prigogine desarrollo su teoría a partir de estudios de sistemas físicos y químicos pero, según sus propios recuerdos, se vio impulsado a ello tras ponderar la naturaleza de la vida.  Cuando el fenómeno laser fue descubierto, se interpreto como un proceso  de amplificación, que Einstein había ya descrito en los primeros años de la teoría cuántica. Loa átomos emiten luz al ser “excitados” es decir cuando sus electrones han ascendidos a orbitas superiores. Al cabo de un tiempo los electrones descienden espontáneamente a orbitas inferiores y en el proceso emiten energía en forma de pequeñas ondas lumínicas. Un rayo de luz ordinaria consiste en una mezcla incoherente en estas
minúsculas ondas emitidas por átomos individuales. 

De igual forma los Hyperciclos resultan  ser, no solo notablemente estables sino capaces de autoreproducirse exactamente y de corregir errores de producción, lo que significa que pueden conservar y transmitir información compleja. La teoría de Eigen demuestra que este auto réplica bien conocida en los organismos vivos puede haber ocurrido en sistema químico antes de que apareciera la vida, con anterioridad a la formación de la estructura genética. Estos hyperciclos químicos serian pues sistemas autoorganizadores que no pueden ser denominados “vivos”, por carecer de algunas características claves para la vida, pero que no obstantes deben ser vistos como precursores de los sistemas vivos. Según esto la vida tendría sus raíces profundas en el reino de la materia muerta.  

Según Maturana y Varela, el concepto de autopoiesis es necesario y suficiente para caracterizar la organización de los sistemas vivos. No obstante esta caracterización no incluye información alguna sobre la constitución física de los componentes del sistema. Para entender las propiedades de estos y de sus interacciones físicas, la descripción abstracta de su organización debe ser completada con una descripción de la estructura del sistema físico y químico. La clara distinción entre estas dos descripciones-una en termino de estructura y la otra en termino de organización hace posible la integración de modelos de autoorganizacion orientados a la estructura (como los utilizados por Prigogine y Haken) y de modelos orientados a la organización (como los empleados por Eigen, Maturana y Varela) en una teoría coherente.

Por otra parte, el  químico atmosférico James Lovelock tenía una intuición iluminadora que le conduciría a formular un modelo que es quizás la más sorprendente y hermosa expresión de autoorganizacion: la idea de que el planeta tierra, como un todo, es un sistema autoorganizador vivo. Los orígenes de la atrevida hipótesis de este químico se remontan a los primeros tiempos del Programa Especial de la NASA. Mientras que la idea de la tierra viva es muy antigua y se han formulado en varias ocasiones teorías sobre el planeta como sistema vivo. Cabe mencionar, que Newton aplicando su teoría al movimiento de los planetas pudo reproducir las principales características del sistema solar, a excepción de los detalles más pequeños. Laplace sin embargo, redefinió y perfecciono  los cálculos de Newton  hasta tal punto que consiguió explicar el movimiento de planetas, luna y cometas hasta sus más mínimos detalles, así como el flujo de las mareas y otros fenómenos relacionados con la gravedad.  

Animados por este brillante éxito de la mecánica newtoniana en astronomía, los físicos y matemáticos lo hicieron extensivos al movimiento de fluidos y a la vibración de cuerdas campanas y otros cuerpos elásticos. El método de Maxwell permitió a los físicos explicar las propiedades básicas de un gas en términos del comportamiento medio de sus moléculas. La combinación de métodos estadísticos con la mecánica newtoniana dio lugar a una nueva rama de la ciencia, adecuadamente denominada “mecánica estadística” que se convirtió en la base teórica de la termodinámica, la teoría del calor. 

 La gran fascinación ejercida por la teoría del caos y la geometría fractal en persona de todas las disciplinas desde científicos a empresarios y artistas puede contribuir efectivamente una señal esperanzadora de que el aislamiento de las matemáticas está tocando a su fin. La nueva matemática de la complejidad están haciendo que hoy cada vez más personas se den cuenta de que las matemáticas son mucho más que fría formula,   que la comprensión del patrón es crucial para el entendimiento del mundo vivo que nos rodea y que todas las cuestiones de patrón orden y complejidad son esencialmente matemáticas.

4ta Parte
La Naturaleza de la Vida
Una nueva síntesis
     En esta parte el autor sigue defendiendo el Paradigma ecológico emergente como solución a los problemas sociales que afectan de manera grave al planeta, basado en el marco filosófico de la ecología profunda.

La comprensión del patrón será de crucial importancia para la comprensión científica de la vida. No obstante, para el completo entendimiento de un sistema vivo, la comprensión de su patrón de organización necesitamos comprender la estructura del sistema tal como lo demuestra el estudio de la estructura ha sido el principal planteamiento de la ciencia occidental, eclipsando una y otra vez el estudio del patrón.  

Al respecto el autor manifiesta que llego a la convicción de que la clave para una teoría completa de los sistemas vivos estriba precisamente en la síntesis de estos dos planteamientos: el estudio del patrón (forma, orden, cualidad) y el de la estructura (substancia, materia, calidad).  

El criterio de proceso completa el marco conceptual. Las definiciones de los tres criterios patrón, estructura y proceso indican que son totalmente independientes. El patrón de organización solo puede ser reconocido si esta corporeizado en una estructura física, siendo este un proceso continuo en los organismos vivos, se puede decir que los tres criterios constituyen tres perspectivas distintas pero inseparables del fenómeno de la vida.  

            El sistema vivo más simple conocido es la célula, Maturana y Varela han usado extensivamente la biología celular para explorar los detalles de las redes autopoiesis puede ilustrarse adecuadamente mediante una célula vegetal. Maturana y Varela ven la diferencia entre relaciones de componentes estáticos y relaciones entre procesos, como la distinción clave entre los fenómenos biológicos. Puesto que los procesos en un fenómeno biológicos, involucran a componentes, resulta siempre posible abstraer de los mismos una descripción en
términos puramente físicos. 

            De acuerdo con la teoría de los sistemas vivos, la mente no es una cosa sino un proceso: el proceso mismo de la vida. En otras palabras, la actividad organizadora de los sistemas vivos, a todos los niveles de la vida, es una actividad mental. Las interacciones de un organismo – planta, animal o humanos – con su entorno son interacciones cognitivas, mentales. Así, vida y cognición quedan inseparablemente vinculadas. La mente o el proceso mental es inmanamente en la materia a todos los niveles de la vida.   

            El nuevo concepto de cognición es pues mucho más amplio que el pensamiento. Incluye percepción, emoción y acción: todo el proceso vital. En el reino humano, la cognición incluye también lenguaje, pensamiento conceptual y todos los demás atributos de la consciencia humana. El concepto general, no obstante, es mucho más amplio y no incluye necesariamente al pensamiento. 

            Desde los inicios de la biología, filósofos y científicos se habían dado cuenta de que las formas vivas, de múltiples y misteriosas maneras, combinan la estabilidad  de la estructura  con la fluidez del cambio. Como los remolinos, dependen de un flujo constante  de materia; como las llamas, transforman los materiales de los que se nutren para mantener su actividad y crecer; pero a diferencia de remolinos y llamas, las estructuras vivas también se desarrollan, se reproducen y evolucionan.  

            La clave para entender las estructuras disipativas es comprender que se mantienen  en un estado estable lejos del equilibrio. Esta situación es tan distintas de los fenómenos descritos  por la ciencia clásica que encontramos dificultades con el lenguaje convencional. Un organismo vivo se caracteriza por un flujo y un cambio continuo en su metabolismo, comprendiendo miles  de reacciones químicas. El equilibrio químico y térmico se da únicamente cuando estos procesos se detienen. En otras palabras, un organismo en equilibrio es un organismo muerto. Los organismos vivos se mantienen constantemente  en un estado alejado  del equilibrio, en el estado de vida. Siendo muy distinto  del equilibrio, este estado es sin embargo estable a lo largo de periodos prolongados  de tiempo, lo que significa que, como en el remolino, se mantiene la misma estructura general a pesar del incesante flujo y cambio de componentes. 

            Según Prigogine, las estructuras disipativas son islas de orden  en un mar de desorden, manteniendo e incluso aumentando su orden a expensas  del creciente desorden de su entorno, las utilizan como recursos para sus procesos metabólicos y disipan estructuras de orden inferior (desechos) hacia el entorno. De este modo, el orden “flota en el desorden”, en palabras de Prigogine, mientras que la entropía total sigue aumentando de acuerdo con la segunda ley. 

            Esta nueva percepción de orden y desorden representa una inversión de las visiones científicas  tradicionales. En la perspectiva clásica, para que la física es la principal fuente de conceptos y metáforas se asocia orden con equilibrio. En la nueva ciencia de la complejidad que se inspira en la trama de la vida aprendemos que el no equilibrio es una fuente de orden, los flujos turbulentos de aire y agua si bien aparentemente caóticos están en realidad altamente organizados, exhibiendo complejos patrones de vórtice  dividiéndose y subclividiendose una y otra vez a escalas cada vez menores. En los sistemas vivos, el orden emergente del no equilibrio resulta más evidente, manifestándose en la riqueza, diversidad y belleza del mundo que lo rodea, a través del mundo viviente.

            La naturaleza radical de la visión de Prigogine se pone en manifiesto en que estas ideas fundamentales eran raramente formuladas en la ciencia tradicional y a menudo recibían connotaciones negativas. Ello resulta negativo en el mismo lenguaje utilizado para expresarlas no-equilibrio no-linealidad, inestabilidad, indeterminación, son todas ellas formulaciones negativas, Prigogine cree que el cambio conceptual implicado por su teoría de las estructuras disipativas no solo es crucial para la comprensión por los científicos de la naturaleza de la vida, sino que nos ayuda también a integrarnos más plenamente con la naturaleza misma.

            Cuando Prigogine adelanto su teoría de la estructura disipativas, busco ejemplos simples  que pudiesen ser descritos matemáticamente. Los hallo en los bucles catalíticos de las oscilaciones químicas, conocidas también  como relojes catalíticos. Estos no son sistemas vivos, pero los bucles catalíticos idénticos son la pieza central del metabolismo de la célula, el sistema  vivo más simple conocido. Por tanto, el modelo de Prigogine nos permite comprender las características estructurales esenciales de las células, en términos de estructura disipativas.

            El autómata células diseñado por Varela y sus colegas fue uno de los primeros ejemplos de cómo se puede simular las redes autoorganizadores de los sistemas vivos. En los últimos 20 años han sido estudiadas muchas otras simulaciones, quedando demostrado que estos modelos matemáticos pueden generar espontáneamente patrones complejos y altamente ordenados, exhibiendo algunos importantes principios de orden presentes en los sistemas vivos.

            Además de desarrollar simulaciones por ordenador de varias redes autoorganizadores, los biólogos y los químicos han conseguir recientemente sintetizar sistemas químicos autopoiésicos en laboratorio. Esta posibilidad fue sugerida en el terreno teórico por Varela y posteriormente realizada en 2 experimentos, estos nuevos avances conceptuales y experimentales han acentuado notablemente la discusión sobre que constituye vida en su forma mínima. La autopoiesis, como hemos visto, es definida en un patrón en red en el que la función de cada componente es participar en la producción o formación de otro componente.

            La cuestión de si los sistemas sociales pueden o no ser considerados
autopoiésicos ha sido discutida intensamente y diferentes autores han propuesto diferentes respuestas. El problema central es que la autopoiesis ha sido definida precisamente solo para sistemas en espacio físico y simulaciones informáticas en espacio matemático. Debido al mundo interior de conceptos, ideas y símbolos que surgen con el pensamiento, la conciencia y el lenguaje, los sistemas sociales humanos no existen únicamente en el dominio físico, sino también en el psicológico social.

            Reflexionando sobre el planeta como un ser vivo, uno se ve naturalmente avocado a planeta cuestiones sobre sistema a escalas aun mayores. Contemplando el sistema solar, podemos decir con alguna seguridad que no parece ser un sistema vivo, en realidad fue la sorprendente diferencia entre la tierra y los demás planetas del sistema solar lo que movió a Lovelock a formular la hipótesis Gaia.

            Donde vemos vida, desde las bacterias a gran escala, observamos redes con componentes que interactúan entre sí de tal modo que la red entera se autoreguía y organiza. Dado que estas componentes, a excepción a los de las redes celulares son en sí mismo sistemas vivos, una imagen realista de las redes poiésicas deberá incluir una descripción  modo en que los sistemas vivos interactúan entre si y mas generalmente con su entorno. En realidad una descripción de dicho término es parte integrante de la teoría de la autopoiesis desarrollada por Maturana y Varela. 

            El primer paso hacia las formas superiores de vida fue la aparición de la simbiosis como una nueva vía para la creatividad evolutiva. Esto ocurrió hace alrededor de dos mil millones de años y condujo a la evolución de las células nucleadas que se convirtieron en los componentes fundamentales de plantas y animales. Las células nucleadas son muchos mayores y más complejas que las bacterias; mientras que las células bacterianas contienen una sola hebra suelta de ADN  flotando libremente en el fluido celular, el ADN de una eucarionte se encuentra apretadamente replegado dentro de cromosomas, confinados a su vez dentro de una membrana en el interior del núcleo de las células. La cantidad de ADN de una eucarionte en varios cientos de veces superior a la correspondiente a una bacteria.

            Plantas y animales no son las únicas criaturas multicelulares en el mundo vivo. Como muchos otros rasgos de los organismos vivos, la multicelularidad dio origen muchas veces a múltiples linajes de vida y existen aun diversas clases de bacterias multicelulares, al igual que los animales y las plantas, la mayoría de estos organismos multicelulares están formados por sucesivas divisiones celulares aunque algunos pueden ser generados también por la agregación de células de diferentes procedencias pero de la misma especie.

            El mayor reto del nuevo hábitat en la tierra firme era sin duda la escases de agua, la respuesta creativa de las plantas fue encerrar sus embriones en semillas protectoras resistentes a las sequias, de modo que pudiesen esperar para su desarrollo  hasta encontrarse en un ambiente adecuadamente húmedo. Para los animales la adaptación a la vida en tierra firme constituyó una proeza evolutiva de enormes proporciones, que requirió drásticos en todos los sistemas de órganos. El mayor problema fuera del agua era, por supuesto, la desecación; pero había multitud de otras dificultades. Había muchísimo más oxigeno en la atmosfera que en los océanos, lo que requería diferentes órganos de respiración; hacían falta otros tipos de piel para protegerse de la luz solar no filtrada y era preciso huesos más resistentes y músculos más poderosos para hacer frente a la fuerza de la gravedad en la ausencia de flotación.

            Tras haber seguido el desplegar de la vida desde sus mismos inicios, no podemos evitar experimentar una especial emoción cando llegamos a la etapa en la que los primeros simios se erguieron y anduvieron sobre dos patas, incluso si esta emisión no está científicamente justificada. A medida que se veía como los reptiles evolucionaban hasta convertirse en vertebrados de sangre caliente que cuidaban a sus crías, como los primeros primates desarrollaban uñas planas, pulgares opuestos y los inicios de la comunicación vocal y como los simios exhibían tórax y brazos parecidos a los humanos, cerebro complejo y la capacidad de construir herramientas podemos percibir la gradual aparición de nuestras características humanas y cuando llegamos al estadio de los simios andando erguidos y con sus manos libres, sentimos que el inicio de la aventura humana es inminente, para seguirla de cerca debemos cambiar de nuevo de escala, esta vez de millones a miles de años.

            La aventura evolutiva humana es la fase más reciente del despliegue de la vida sobre la tierra y para nosotros ejerce por supuesto una fascinación especial. No obstante y desde la perspectiva de  Gaia, la evolución de los seres humanos constituye hasta el momento un brevísimo episodio que podría incluso llegar a tener un abrupto final en un futuro próximo. Para demostrar cuan tarde han aparecido los humanos sobre el planeta.


Bibliografía

Capra, F (1996). La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas  vivos. Editorial Anagrama. Barcelona.