Fundamentos de la transdisciplinariedad

Clarismar
República bolivariana de Venezuela
Universidad Rómulo gallegos
Área de post grado
Doctorado en ciencias de la educación
I cohorte valle de la pascua. 
Sección “A”



Transdisciplinariedad y Ciencias de la Educación.
Fundamentos de la transdisciplinariedad por: 
 Manfred A. Max-Neef.




Facilitador:                                                                      Participantes:    
Dr. Jorge Luis España                                                                 Barrios, Tibisay  C.I.5622093
                                Del Valle, Numiralda C.I.8555147                                                           Hernández, Clarismar C.I14854132
                                                               Hernández, Norka   C.I 9917526
                                                               Morabito, Concheta C.I 9918193
                                                               Pérez; Yalis  C. I  12637560
                                           

                   
                               Valle de la Pascua, febrero 2012.

Fundamentos de la transdisciplinariedad por: 
 Manfred A. Max-Neef.


               El autor en este texto,  ofrece una forma de alcanzar el conocimiento, que pueda servir para solucionar algunos problemas de impacto global y de efectos de largo plazo, donde es necesario, la unión de varias disciplinas articuladas.  El economista, comienza por explicar una serie de términos que nos permitirán entender el mismo, como lo son  la disciplinariedad, la multidisciplinaridad, la pluridisciplinariedad, la interdisciplinariedad, para diferenciarlas de la transdisciplinariedad, tema principal del texto     
 
En la transdisciplinariedad,  se debe empezar conociendo las bases de las diferentes disciplinas, porque en algún apartado del texto afirmaba que para existir la transdisciplinariedad es necesario que haya un mínimo de conocimiento de otras disciplina; lo cual guía la intuición, permitiendo la selección de nuevas líneas para continuar el camino; luego lo racional posibilita clarificar la situación y la búsqueda de la solución. La intuición y lo racional asumen el papel de componentes complementarios, son importantes para poder relacionar los fenómenos que se presentan y tener una mayor comprensión del objeto estudiado en la comunicación. 

En tal sentido, la creciente ruptura en la comunicación es en buena parte producto de la exacerbación del pensamiento racional, manifestado por el claro predominio del reduccionismo de la lógica binaria que, entre otras cosas, separa al observador de lo observado. Asunto, por cierto, superado en la física cuántica que reconoce que la presencia del observador puede reducirse a un mínimo, pero no puede ser eliminada totalmente. Precisamos acceder a distintas lógicas que nos permitan atravesar disciplinas y que reconozcan el contraria sunt complementa planteado por Niels Bohr.        
Por estas razones, es necesario enumerar algunas problemáticas del contexto donde se desenvuelven los individuos en la sociedad, tal como lo señala Manfred Max-Neef (2002), tales como: la deformación y mala interpretación del lenguaje, la  Pobreza, crisis ambientales, violencia, terrorismo, destrucción de tejidos sociales, la imposición de nuevas tendencias políticas, la crisis de la educación superior, entre otras; se puede inferir que ninguna de ellas puede ser adecuadamente abordada desde el ámbito de disciplinas individuales específicas. Se trata de desafíos claramente transdisciplinarios. Ello no sería preocupante si la formación que se entrega a quienes pasan por las instituciones de educación superior fuera coherente con tal desafío o a su defecto considerando los cambios que suscitan en el correr del tiempo. Pero lamentablemente no ocurre así, ya que sigue predominando ampliamente la enseñanza unidisciplinaria. Existen excepciones, pero pocos son los intentos de carácter interdisciplinarios, particularmente en torno a la planificación, las asignaturas de los compendios curriculares, que son de por sí disciplinas integradoras.
Es por ello según Gutiérrez (2007) que el fenómeno de la vida, la naturaleza de la materia, los misterios de la mente y sobre todo, las interrelaciones entre todos estos elementos nombrados, se puede inferir que se resisten a tratamientos disciplinaria, por la complejidad de los mismos; son varias las disciplinas y métodos que se emplearían para su discusión, ya sea con la adopción de la multidisciplinaridad o de la interdisciplinariedad. Una visión global se muestra como algo esencial, la totalidad está siempre presente, no solo en las manifestaciones identificadas de cada aspecto, si no las interacciones que en ellas se encuentran.

 Desde esta perspectiva, las universidades como escenarios  para la transformación y el cambio, se siguen orientando hacia una visión interdisciplinaria, es decir lo que se manifiesta en la resolución de problemas es únicamente la transferencia de métodos. Pues la problemática planteada en nuestras universidades esta rígida, anclada en los primeros niveles de la realidad. Si bien es cierto que el avance del conocimiento científico y tecnológico ha permitido la creación de instrumentos que pudiesen permitir reconocer y asumir la complejidad del universo, tampoco es menos cierto que no estamos preparados para responder a los cambios que suscitan en nuestro contexto.           
 Es por ello, que es interesante considerar el contexto de la Educación Superior, analizándolo desde la complejidad, de ahí que si miramos  las universidades se observa que a nivel de pre-grado la preparación conduce a una formación unidisciplinaria, debido a las estructura de las instituciones, ya que ellas a parte de estar conformadas por departamentos, coordinaciones y facultades, los pensum de estudios se enfocan de una manera individual en forma de disciplinas separadas.
 
Esto connota y denota que, la investigación disciplinaria concierne a un solo nivel de Realidad. La transdisciplinaria, en cambio, extiende su acción a través de varios niveles de realidad, en el caso de la transdisciplinaridad fuerte, y a varios niveles de Organización (quizás a veces Realidades) en el caso de la transdisciplinaridad débil. Disciplina y transdisciplina no son antagónicas, sino que se complementan. El tránsito desde una a la otra, alcanzando visiones desde distintos niveles de realidad simultáneamente, genera enriquecimientos recíprocos del conocimiento que facilitan la comprensión de la complejidad. La transdisciplinamás que una nueva disciplina o súper-disciplina es, en realidad, un modo distinto de ver el mundo, más sistémico, más holístico.  

Está claro que si tal esfuerzo no se realiza, continuaremos generando cada vez más daños irreversibles en la Sociedad y en la Naturaleza, producto de nuestras visiones parciales, fragmentadas y limitadas. El desafío radica, por lo tanto, en practicar la transdisciplinaridad como método de manera sistemática, sea en su versión fuerte o en su versión débil, y hacer esfuerzos simultáneos para perfeccionarla en cuanta visión de mundo, hasta lograr que la débil se transforme también en fuerte. Como no existe ninguna Universidad ni ningún otro centro de estudios superiores orientado transdisciplinariamente, se hace ineludible el esfuerzo por crear instancias que estimulen su aplicación y su desarrollo





Reporte de lectura de texto:  

Consideramos que la época en la que el autor redacto el texto  es la postmoderna,  designada esta  a un amplio número de movimientos artísticos, culturales, literarios y filosóficos del siglo XX, definidos en diverso grado y manera por su oposición o superación de las tendencias de la Edad Moderna. Ya que, el experto sostiene que el mejor proceso de desarrollo "es el que mejora la calidad de vida de las personas". "Ahora bien, a pesar de que se suele pensar que las necesidades humanas son infinitas y cambian", en su opinión, son "pocas, clasificables e invariables" pues lo que varía "no son las necesidades, sino las formas de satisfacerlas".
            Para conocer mejor las necesidades y darles respuesta, el autor de este texto ha creado una tesis sobre el desarrollo a escala humana, estableciendo nueve necesidades fundamentales --subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad--, que se cruzan con cuatro categorías de satisfacción --ser, tener, hacer y estar--.
Entonces,  La lectura del documento, nos permite considerar que la intencionalidad del autor y de nosotros como lectores que no solo son las  disciplinas, sino también en el arte, puedo hacer alusión a la literatura, que para entenderla, se debe efectuar una percepción bipolar: lo racional y lo relacional, llegando a la hermenéutica de la obra. Con relación a los niveles de realidad, el texto cuenta que la realidad “tiene una dimensión trans-subjetiva, en tanto que un simple hecho experimental puede arruinar a la más hermosa de las teorías científicas”. Consideramos que por este lado, tiene mucho más valor la transdisciplinariedad; en las ciencias humanas, por ejemplo, sí en la sicología se formula o se cae una teoría, cabe la posibilidad que llegue a afectar la sociología como disciplina que estudia al individuo en colectividad; esto también se da en disciplinas de diferente categoría como la sicología y la genética.   
Según el corte epocal percibimos que el autor hace una mirada  es fenomenológica, el cual es un movimiento que surge en el siglo XX, el cual describe las estructuras de la experiencia tal y como se presentan en la conciencia sin recurrir a teoría, deducción o suposiciones procedentes de otras disciplinas tales como las ciencias naturales. En efecto,  la deducción procede de lo universal a lo particular o menos general siendo este el modo de producción de conocimiento.  
Con respecto, a la relación tiene el texto con el ámbito disciplinar de los lectores consiste en la epistemología de la Transdisciplinariedad. Lo expuesto hasta aquí se sustenta en un enfoque práctico y simplificado, con vistas a permitir la aplicabilidad, según Basarab (1996) , pero  para la investigación especialmente en las ciencias sociales, de un método que tienda a ser transdisciplinaria, y que quedará identificado, como se explicará más adelante, como Transdisciplina débil. Que no es suficiente. La transdisciplinaridad que a continuación se discute, y que quedará identificada como Transdisciplinaridad fuerte, cala mucho más hondo de lo que hasta aquí se ha expuesto. Epistemológicamente la transdisciplinariedad fuerte, según Basarab (1996) se sustenta en tres pilares fundamentales: a) niveles de realidad, b) el principio del "tercio incluido", y, c) la complejidad.   
Además reconoce, como modos de razonar simultáneos y complementarios, el racional y el relacional En el curso de la evolución humana, la transición de la comunicación oral, en que el conocimiento se impartía a través de historias y de mitos, a la comunicación escrita, producto fundamentalmente (en Occidente) del desarrollo del alfabeto fenicio-griego, se fue imponiendo la primacía del pensamiento racional por sobre el relacional. Desde entonces, ha sido tal la fascinación que ha producido la razón, que hemos perdido otras facultades y sentimientos que nos facilitaban entender, por así decirlo, la naturaleza desde adentro. Para alcanzar un proceso de transdisciplinariedad, creemos que hace falta enfatizar más en el saber que ofrecen las universidades, como primer paso; luego dedicarse a comprender para poder relacionar y traspasar otras disciplinas apuntando a un conocimiento abierto y realimentando en este caso, las ciencias humanas y sociales.