Transdisciplinariedad Un enfoque para la complejidad del mundo actual

Clarismar
Universidad Nacional Experimental
De los Llanos Centrales
Rómulo Gallegos
Doctorado en Ciencias de la Educación
1ra Cohorte Valle de la Pascua





Transdisciplinariedad
Un enfoque para la complejidad del mundo actual

 Miguel Martínez Miguélez 
Reflexión










 Facilitador:                              Participantes:
          Dr. Jorge Luís España                          Barrios Tibisay
                                                        Del Valle Numiralda
                                                        Hernández Clarismar
                                                    Hernández, Norka
                                                     Morabito, Concheta
                                                        Pérez, Yali Coromoto


Valle de la Pascua, febrero de 2012

Transdisciplinariedad
Un enfoque para la complejidad del mundo actual
Reflexión

     La transdisciplinariedad desde la perspectiva de investigaciones sociales se constituye como uno de los puentes necesarios entre las distintas disciplinas y saberes como requisito insalvable para construir nuevos métodos y alternativas de solución a los problemas nuevos, los que permanecen intactos o en crescendo en pleno tercer milenio. Para Martínez Miguélez (2007), el movimiento intelectual y académico denominado transdisciplinariedad se ha desarrollado mucho en los últimos 15 años; este movimiento desea ir más allá no sólo de la uni-disciplinariedad, sino también, de la multi-disciplinariedad  y de la inter-disciplinariedad. Aunque la idea central de este movimiento no es nueva, Piaget la proponía ya en los años 70 como una “etapa nueva” del conocimiento, su intención es superar la parcelación y fragmentación del conocimiento que reflejan las disciplinarias particulares y su consiguiente hiperespecialización, y, debido a esto, su incapacidad para comprender las complejas realidades del mundo actual, las cuales se distinguen, precisamente, por la multiplicidad de los nexos, de las relaciones y de las interconexiones que las constituyen.

     Para este autor, esta línea de reflexión ha exigido la creación de términos nuevos y, entre ellos, está jugando un papel clave el de “transdisciplinariedad.  El cual significa “más allá de”, o “a través de” (trans), las disciplinas conocidas puede haber muchas cosas, y se necesita saber a cuáles si se puede hacer referencia o si desea comunicarse. Por otro lado, la semántica, como también la etimología, pueden tener “cierto derecho” a imponernos un determinado significado de los términos, pero se sabe que, en definitiva, es la pragmática, es decir, el “uso” de los términos y, a veces, contra toda lógica, el que termina jugando el papel principal en la comunicación.

     De igual manera, considera que las universidades tienen por su propia naturaleza, la misión y el deber de enfrentar este estado de cosas, de ser sensibles a los signos de los tiempos y de formar las futuras generaciones en armonía con ellos. Muchos estudios se han centrado en lo  que debe ser la universidad del mañana dando paso primero a estudios multidisciplinarios, luego, estudios interdisciplinarios y finalmente, estudios transdisciplinarios o metadisciplinarios; es decir, estudios que ponen el énfasis, respectivamente, en la confluencia de saberes, en su  interacción e integración recíprocas, o en su transformación y superación.

     Martínez Miguélez, en esta lectura hace una reflexión sobre ciertos simposios de muchos realizados durante mucho tiempo los cuales fijan como principal objetivo de sus estudios el deseo de que el pensamiento transdisciplinar alimente en lo sucesivo la nueva visión de la Universidad. Citando a Locarno, (1997), manifiesta que su intención es “hacer evolucionar a la Universidad hacia un estudio de lo universal en el contexto de una aceleración sin precedentes de los saberes parcelarios”; y consideran que “esta evolución es inseparable de la búsqueda transdisciplinar, es decir, de lo que existe entrea través y más allá de todas las disciplinas particulares”. Casi todos los simposios van más allá de la crítica a la fragmentación del conocimiento y de los excesos de la hiperespecialización en las disciplinas particulares y su posible superación, situación ésta a que han contribuido, en buena parte, los excesos del postmodernismo actual que celebran dicha fragmentación; enfatizan también, y, en algunos, sobre todo, el peligro que esto acarrea para la sobrevivencia de la especie humana sobre el planeta.

     Continuando con el proceso de investigación y analizando el asunto de investigación que va más allá de lo meramente centrado en las disciplinas particu­lares, se pue­den distinguir varios niveles a lo largo de un conti­nuum. Estos niveles van de lo mono-disciplinar a lo multi-­discipli­nar, a lo in­ter-disciplinar y a lo trans-disciplinar. La investigación monodisciplinaria puede llevarse a cabo por uno o varios investigadores que comparten plena­mente un determinado paradigma científico: epistemología, métodos, técnicas y procedi­mientos. Es la más usual y co­rriente. Este enfoque lleva a aislar demasiado los elementos o las partes y su comporta­miento, descui­dando los nexos y rela­ciones que tienen con el todo y con otros “todos”. En la investigación multidisciplinaria trabajan diferen­tes investigadores colaborando en un proyecto común. Los participantes perte­ne­cen a diversas disciplinas y cada uno es básica­mente inde­pen­diente en su trabajo, sintiendo poca o ninguna necesi­dad de conocer el trabajo de los demás. En la investigación interdisciplinaria también los parti­cipantes pertenecen a diferentes disciplinas, pero la integra­ción comienza ya en el mismo proceso, en la formula­ción del plan de acción y en la especificación de la contri­bu­ción de cada miembro: cada uno trata de tener en cuenta los procedi­mientos y trabajo de los otros en vista a una meta común que define la investigación.

    El verdadero espíritu de la Transdisciplinariedad va más allá de todo lo que prácticamente se está haciendo hasta el presente: su meta o ideal no consiste sólo en la unidad del conocimiento, que es considerada como un medio, sino que camina hacia la autotransformación y hacia la creación de un nuevo arte de vivir. Por ello, la actitud transdisciplinar implica la puesta en práctica de una nueva visión transcultural, transnacional, transpolítica y transreligiosa.

     Es de esperar que este nuevo paradigma emergente sea el que permita superar el realismo ingenuo, salir de la as­fi­xia reduccio­nista y entrar en la lógica de una coherencia inte­gral, sis­témica y ecológica, es decir, entrar en una ciencia más universal e integradora, en una “ciencia” verdade­ramente transdisciplinaria. Por consiguiente, la investigación científica con esta orientación paradigmática transdisciplinar consistiría, básicamente, en llevar este proceso natural a un mayor nivel derigurosidad, sistematicidad y criticidad. Esto es precisamente lo que tratan de hacer las metodologías que adoptan un enfoque hermenéutico, fenomenológico, etnográfico, es decir, un enfoque cualitativo que es, en su esencia, estructural-sistémico

     Desde el punto de la lógica dialéctica las partes son comprendidas desde el punto de vista del todo, y éste, a su vez, se modifica y enriquece con la comprensión de aquéllas. Supera la cau­sación lineal, uni­di­rec­cional, explicando los sistemas auto-correc­tivos, de retro-alimentación y pro-alimentación, los circui­tos recurrentes y aun ciertas argu­mentaciones que pare­cieran ser “circulares”.  Pero el uso de la lógica dialéctica parece rechazar el principio aristotélico del  tercero excluido”  aceptar su contrario: el principio lógico del “tercero incluido”, como lo ilustra Stéphane Lupasco con su “principio de antagonismo” (le principe d’antagonisme) (Finkenthal, 1998).

     Así mismo, la verdadera lección del principio de complementarie­dad, la que puede ser traducida a muchos campos del conoci­miento, es sin duda esta riqueza de lo real complejo, que desborda toda lengua, toda es­tructura lógica o formal, toda clarifica­ción concep­tual o ideológica; cada uno de noso­tros puede expresar solamente, en su juego intelec­tual y lingüístico (Wittgens­tein, 1967), una parte, un aspecto de esa realidad, ya que no posee la totalidad de sus elementos ni, mucho menos, la totalidad de la red de relaciones entre ellos.

     Este trabajo de Martínez Miguélez, trata de explicar todos los aspectos que caracterizan la Transdisciplinariedad como disciplina, trata de llevar al lector hacia lo significativo de un nuevo paradigma emergente, que le pueda dar solución a los problemas que se puedan suscitar en todos los aspectos de la vida cotidiana.   Parece evidente que cada vez es más impe­riosa la nece­sidad de un cambio fundamental de para­digma científi­co. Los mode­los positivistas y mecani­cistas quedarían ubica­dos den­tro del gran paradigma holístico y transdisciplinar del futuro, al igual que la física new­to­nia­na quedó integrada dentro de la relativista moderna como un caso de ella. Asimismo, la lógica clásica y los axiomas aristoté­licos, aunque indispensables para verificar enunciados parcia­les, darían paso a procesos racionales menos rigidizan­tes y asfixiantes a la hora de enfrentar un enunciado complejo o global

Bibliografía
Martínez M. (2007), Transdisciplinariedad y Lógica Dialéctica. Un enfoque para la complejidad del mundo actual.
Martínez M. (2003), Transdisciplinariedad. Un enfoque para la complejidad del mundo actual.